miércoles, 3 de noviembre de 2010

Quiché o cómo hacer de una receta un modo de vida

La quiché de salmón tapadita para no coger 
frío el día del cumpleaños de la menda. 
Como se puede observar en esta estupendísima 
imagen, nuestro homenaje a Cervantes 
se extendió durante meses.
 Hoy, voy a ser sincera y os voy a confesar que hice la quiché de la semana pasada como revancha por la derrota anterior: sé perfectamente que no hay nadie sobre la faz de la tierra que no se derrita no al comer, sino al engullir esa fantástica mezcla de ingredientes a la par que sencilla.

Esta vez fue un triunfo más a su larga experiencia: unánimemente, se alzó como la ganadora del concurso de la semana pasada, con la fantástica presencia de una de las mujeres más fantásticas y con mejor olfato culinario del universo (léanse aquí las experiencias Donkin', kebab o sucedáneos).
Vamos allá con la receta:

  La quiché de despedida de Blues, 
compitiendo en tan destacada fecha 
con la tarta de manzana de la 
francesilla y el invento de la limonada
INGREDIENTES

Para la masa:
- 240 g de harina
- 120 g de mantequilla fría
- Dos cucharadas de sal
- Una pizca de sal
- Medio sobre de levadura de panadería
- Es necesario un molde desmontable

Para el relleno:
- 125 g de nata
- 3 huevos
- 300 g de queso
- Otros ingredientes. En este caso, se ha empleado berengena, pechuga de pavo y tomates cherry.

RECETA
1. En la encimera, poner la harina, la levadura y la mantequilla cortada en dados junto con una pizca de sal. Amasar con fuerza e ir agregando las dos cucharadas de agua fría poco a poco. Tiene que resultar una pelota compacta.
2. Extender la masa por el molde,incluidos los bordes. Meter en la nevera una hora.
3. Después de la espera, precalentar el horno a 200º.
4. Mezclar en un bol la nata y los huevos. Batir hasta que quede bien ligado.
5. Extender el queso y el resto de ingredientes en la masa. Agregar la mezcla de nata y huevo al molde y agregar, si gusta, orégano.
6. Meter al horno unos 20 minutos, hasta que esté bien doradita.



¡Y ya está! Una obra de arte, una delicia, un esplendor culinario. Espero que la hagáis muchas veces, que me alabéis por esta maravilla y que gocéis con su sabor celestial.
Mañana disfrutaremos de una nueva tupperbattle, así que esperamos vuestros compañeros de ánimo!

jueves, 28 de octubre de 2010

Jueves solitarios

Aquí tenéis la crónica de nuestra segunda tupperbattle, en la que la falta de  jueces no ha impedido la victoria gloriosa de una servidora. Elena, tan simpática, rubia y bien hecha como siempre, venía hoy dispuesta a un nuevo juicio culinario al que se ha visto obligada por vuestros tupperwarrios favoritos. 

Oihan, alejado de sus recetas más clásicas, ha decidido hoy experimentar con las mezclas más arriesgadas de la nueva cocina: fingers de pollo rebozados en galleta maría, cornflakes o cacahuetes, todo un experimento culinario al más puro estilo ferranadrianista.
Aunque el iPhone no saque la comida demasiado apetecible,
creedme cuando digo que estaba muy bueno.



Por otro lado, la señorita Galán nos ha sorprendido con una creación de la que Rokiski se sentiría totalmente orgullosa: sí señores, Ana ha conseguido hacer una empanada sin acudir al saber divino de la freidora, utilizando sus manitas, tenedores y otras herramientas por las que hoy se ha convertido en una importante competidora.

Y el último lugar, aquí la menda a echado mano a uno de los clásicos de sus fogones: la quiché, ese invento por el que todo el mundo suspira por volver a Valdebernardo alguna vez en su vida. La constante evolución de este plato, su afán por superarse a sí mismo, ha derretido a nuestra maravillosa jefa, otorgando la victoria a una pequeña entusiasta de las guerras de tuppers.

Como podemos observar en la instantánea,
las garras de Ana no dudan qué elegir:
sin duda alguna, la quiché ha sido
la clara vencedora de nuestro día.


Pues nada caballeros, ya saben que esperamos sus propuestas culinarias, sus juicios de valor (de moral no tanto) y que la próxima semana se sumen como participantes o jurado, ¡que a nosotros nos vale todo! En los próximos días tendréis nuestras recetas, con imágenes e instrucciones para que nos emuléis desde vuestros hogares. ¡Un saludo de esta orgullosa ganadora!

viernes, 22 de octubre de 2010

Canelones con espinacas y queso de cabra


¡Al fin! Tiempo después del prometido aquí está la receta ganadora. Para preparar esta tuppereceta necesitaréis los siguientes ingredientes:

pasta para canelones precocida (que así se ahorra tiempo).
espinacas (unos 400 gramos está bien).
pasas
queso rulo de cabra
queso para gratinar
200 ml de nata para cocinar
mantequilla, leche y harina (para la bechamel)
2 huevos cocidos
para condimentar: sal, pimienta, nuez moscada y salsa de soja.
mucha paciencia (en serio)

Una vez dispuesto todo sobre la mesa, en la fuente para horno en la que gratinaremos los canelones se dejan las láminas de pasta remojadas en agua caliente (del grifo, mismamente) durante unos 20 minutos. Mientras tanto se cuecen las espinacas en un poco de agua salada. Se echan cuando el agua está ya borboteante y se dejan un par de minutos. Se saca y se sumergen en agua helada para que no pierdan color (la presentación favorable del plato siempre ayuda).

Una vez escurridas, se saltean en una sartén con un poco de aceite. Inmediatamente se añaden las pasas y cuando ya las espinacas no conformen una masa compacta se añade la nata, directamente. Es ahora el momento idóneo para condimentar: un poco de sal, un poco de pimienta y un poco de nuez moscada al gusto. Dejamos que el mejunje reduzca un rato (más bien largo) y añadimos un poco de salsa de soja (no mucha). Dejamos reducir otra vez un poquito más y ya tenemos el relleno (casi) listo. Se aparta en un cuenco y se espera a que enfríe. Mientras tanto pelamos los huevos cocidos y se trocean. El mismo proceso se aplica al queso de cabra. Añadimos ambos ingredientes a la mezcla y ¡tachán! relleno completado.

Queda lo más fácil, pensaréis. Pues no. El paso clave que muchos olvidan es que, horror, aún nos queda la bechamel. Bien, pues la opción más fácil y recomendada para todo el mundo (menos las madres, que tienen excepcionales dotes alquímicas para elaborar esta maléfica salsa) es comprarla ya hecha en el Dia. O el supermercado que queráis, vamos. Si, en cambio, queréis poner a prueba vuestros nervios, en google hay decenas de recetas válidas que me permitirán ahorrarme esta explicación.

Suponiendo que ya tengáis la bechamel junto con las las láminas re-hidratadas y el relleno de espinacas, ya podéis dar casi por finalizada vuestra tarea. Poned el horno a precalentar y empezad a rellenar los canelones con la masa espinaquil (con una cucharada por canelón bastará). Id dejándolos en la fuente (previamente embadurnada con mantequilla, importante) de forma ordenada y cuando no quepan más cubrid con la bechamel y esparcid el queso. Metedlo al horno una media de diez minutos y listo, ¡hazaña completada!

Para que os hagáis una idea de como queda (la imagen del principio no hace justicia) he escogido una imagen aleatoria que, para el caso, nos da lo mismo:



sábado, 16 de octubre de 2010

¡Primera batalla saldada!


Tal como anunciamos, hace un par de días se produjo la primera tupperbattle de esta cruenta guerra que acaba de estallar. El enfrentamiento tuvo lugar en una mesa de la cafetería de la Facultad de Filología (edificio A, para más señas). Una vez peleado el sitio entre la maraña de estudiantes hambrientos, y tras haber sufrido sin misericordia los avatares y desgracias de la siempre enigmática yod, estábamos más preparados que nunca para salir victoriosos de esta peculiar lid. Acompañados de un jurado de excepción, de la más exclusiva casta filológica, se destaparon los platos a concurso: unos noodles con pimentón rojo, unos espaguetis con tomate y cacahuetes y, por último, canelones de espinacas y queso de cabra (en la foto que encabeza la entrada se aprecian dos de los platos y parte del tercero; además de la cara de Ana después de una agresiva sesión de botox marca hacendado). Los platos fueron pasando, uno a uno, por los exigentes paladares del jurado que, sin contemplaciones ni condescendencias, valoró cada una de las especialidades.

Una vez que todos los platos habían rotado por toda la mesa y las notas iban poco a poco anotándose para el recuento final, un claro ganador parecía atisbarse: efectivamente, los canelones de espinacas con queso de cabra de Oihan (un servidor) se hicieron con la victoria unánime de la mesa. Las otras dos tupperwarriors aceptaron la derrota con dignidad y no cierta decepción, dispuestas a enmendar la mancha de su honor en la próxima batalla. El resultado había sido ya anticipado por la elegante y sofistacada Hedvika (de la cual esperamos una crítica al estilo checo), por lo que, una vez anulado el factor sorpresa, sólo quedaba comprobar si el paladar de nuestra checa favorita iba en la dirección correcta, que resultó que sí; lo que no minó las esperanzas de las dos competidoras, que mantuvieron la tensión hasta el último momento. El jurado valoró la innovación introducida por Ana en sus espaguetis y la exigente elaboración de los noodles de Pilar; señalando como punto negativo el poco riesgo del plato ganador. Desde aquí damos las gracias al jurado y, por supuesto, a quien sea que lea esto.



¡Ah! Se nos olvidaba comentar que en los días sucesivos colgaremos cada una de las recetas ganadoras y también anunciaremos cuando se efectuará la próxima batalla. También queremos incluir novedades, como por ejemplo nuevas secciones, batallas temáticas y también un método de encuesta que vosotros lectores podéis votar vuestro plato favorito. ¡Saludos desde el hiperespacio y hasta la vista! Sólo queda, por último, acabar esta entrada como acaba la más célebre de las novelas españolas:
"Vale."

miércoles, 13 de octubre de 2010

Primer Tupperbattle a la vista!!

Espero que estéis preparados para perder, porque esto va a ser LEGENDARIO!!! Ningún queso de cabra ni espinaca podrá vencer a mi receta temática!!!!
Tened por seguro que os lo voy a poner difícil!!!

Mañana os traeremos de primera mano nuestra primera batalla, en la que podréis opinar y votar por vuestra creación culinaria favorita.

Desde las cocinas de NYC, con todo el amor y el aroma del mundo.

martes, 12 de octubre de 2010

Empanada mágica

Como hemos tomado este proyecto con fuerza, vamos a empezar el blog con uno de los grandes hitos de los últimos meses, mi empanada mágica de atún. Sí señores, ese hito de la gastronomía tuppera a la que se echa mano cuando peligra la victoria semanal. 
Os pongo en circunstancias: la semana pasada, con el estreno del curso y los maravillosos horarios que oferta la facultad de filología, iniciamos la temporada con nuestros ilusionados tuppers, esos que llevábamos meses buscando para ganar la corona trendy del grupo. Pues bien, fieles a nuestra competitividad natural, el lunes nos enfrentábamos a un primer cara a cara tupperwar, en el que Oihan se llevó la victoria con su arroz salchichero. Así que yo, con todo el dolor de la derrota, decidí sacar la artillería pesada: LA empanada, esa construcción gastronómica ante la que nadie podía contener sus ansias hambrientas. Y claro, este gran hito se llevó todas las alabanzas y reconocimientos de la semana.

Hoy, ante la reunión familiar más cañí que te puedes encontrar y dispuesta a luchar contra la tortilla de patata, os traigo en primicia la gran receta, el verdadero método para cambiar vuestras vidas y aliviar el fin de la teletienda.

Pi!panada de atún

Ingredientes
-1 pimiento verde
-1pimiento rojo
-3 tomates
- 1 lata de atún
- Queso rallado
- Aceitunas
- Masa de empanada
- Un huevo
- Orégano




Preparación 
1. Cortar el pimiento en cachitos pequeños para rehogarlos unos 10 minutos. Como este paso lleva su tiempo, he decidido entenderlo como una actividad artística y copiar a Weston, uno de los hitos de la fotografía al hacer pasar por eróticas las fotos de un pimiento (creo que cuando salieron llegaron a censurarse). Oséase, que me acabo de echar el pisto para justificar mis veinte fotos en b&n al pimiento:
Auténtico arte culinario!
2. Rehogar los pimientos vigilando que no se quemen.
3. Mientras el pimiento se cocina, id pelando los tomates. Sé que Arguiñano les hacía cosas raras con hielo y agua hirviendo para que la piel saliera con facilidad, pero no hay nada mejor en esta vida como los cuchillos de Albacete, que cortan lo justo y necesario para crear delicias culinarias.
Lo que yo digo: ARTE!!

4. Cortar el tomate en trozos y echarlo con los pimientos para que se sofrían. Hay que esperar unos quince minutos, así que id precalentado el horno a 180º.
Mirad cómo las verduras hacen amistades!!
Una auténtica nave espacial
  5.  Extender la masa de la empanada teniendo en cuenta que hay que doblarla por la mitad. Vamos, tened cuidado con que el papel de cocinar sea suficiente para que no se os pegue a la bandeja.
Como si estuviera en pleno Benidorm.
6. Cuando el tomate se haya deshecho, agregar el atún (el cual hay que desmenuzar antes de agregarlo al tomate) y las aceitunas. Dar un par de vueltas para que tome el sabor y extenderlo en una mitad de la masa (seguid recordando que vamos a doblarla).


7. Poner queso por encima de la mezcla, sin orden ni consideración. 
Ay Omá qué rico!
8. Tapar la mezcla con la masa y doblar bien las esquinas para que no se salga mientras se cuece en el horno.

9. Hacerle una chimenea en el medio de la masa y untarla con un huevo batido.



  10. Echar orégano por encima y meter en el horno unos 20 y....voilà! Una fantástica empanada con la que comer y engordar tres días seguidos!





 Pues nada majos, el jueves empezamos con nuestra lucha de tuppers, así que esperamos vuestra participación y deleite en nuestro pequeño espacio culinario.

Disfrutad y que os aproveche!
 
       























lunes, 11 de octubre de 2010

Tupperwars: la guerra de los cocinitas

Hoy nace este espacio de creatividad, gusto y gula en el que semanalmente eligiremos el mejor tupper filológico de la semana. Porque las letras y la vida de estudiante no están reñidos con la buena comida, los guisos y las creaciones internacionales de estos jóvenes cocinitas, abiertos a todo tipo de participación y atentos a vuestros votos.

Atentamente: