¡Al fin! Tiempo después del prometido aquí está la receta ganadora. Para preparar esta tuppereceta necesitaréis los siguientes ingredientes:
pasta para canelones precocida (que así se ahorra tiempo).
espinacas (unos 400 gramos está bien).
pasas
queso rulo de cabra
queso para gratinar
200 ml de nata para cocinar
mantequilla, leche y harina (para la bechamel)
2 huevos cocidos
para condimentar: sal, pimienta, nuez moscada y salsa de soja.
mucha paciencia (en serio)
Una vez dispuesto todo sobre la mesa, en la fuente para horno en la que gratinaremos los canelones se dejan las láminas de pasta remojadas en agua caliente (del grifo, mismamente) durante unos 20 minutos. Mientras tanto se cuecen las espinacas en un poco de agua salada. Se echan cuando el agua está ya borboteante y se dejan un par de minutos. Se saca y se sumergen en agua helada para que no pierdan color (la presentación favorable del plato siempre ayuda).
Una vez escurridas, se saltean en una sartén con un poco de aceite. Inmediatamente se añaden las pasas y cuando ya las espinacas no conformen una masa compacta se añade la nata, directamente. Es ahora el momento idóneo para condimentar: un poco de sal, un poco de pimienta y un poco de nuez moscada al gusto. Dejamos que el mejunje reduzca un rato (más bien largo) y añadimos un poco de salsa de soja (no mucha). Dejamos reducir otra vez un poquito más y ya tenemos el relleno (casi) listo. Se aparta en un cuenco y se espera a que enfríe. Mientras tanto pelamos los huevos cocidos y se trocean. El mismo proceso se aplica al queso de cabra. Añadimos ambos ingredientes a la mezcla y ¡tachán! relleno completado.
Queda lo más fácil, pensaréis. Pues no. El paso clave que muchos olvidan es que, horror, aún nos queda la bechamel. Bien, pues la opción más fácil y recomendada para todo el mundo (menos las madres, que tienen excepcionales dotes alquímicas para elaborar esta maléfica salsa) es comprarla ya hecha en el Dia. O el supermercado que queráis, vamos. Si, en cambio, queréis poner a prueba vuestros nervios, en google hay decenas de recetas válidas que me permitirán ahorrarme esta explicación.
Suponiendo que ya tengáis la bechamel junto con las las láminas re-hidratadas y el relleno de espinacas, ya podéis dar casi por finalizada vuestra tarea. Poned el horno a precalentar y empezad a rellenar los canelones con la masa espinaquil (con una cucharada por canelón bastará). Id dejándolos en la fuente (previamente embadurnada con mantequilla, importante) de forma ordenada y cuando no quepan más cubrid con la bechamel y esparcid el queso. Metedlo al horno una media de diez minutos y listo, ¡hazaña completada!
Para que os hagáis una idea de como queda (la imagen del principio no hace justicia) he escogido una imagen aleatoria que, para el caso, nos da lo mismo:
Para el caso NO da lo mismo...
ResponderEliminarla venganza es un plato frío, Iturria, no digo más!
Para la próxima tupperbattle debéis hacer fotos a los platos, que importan más que vosotros cocinillas!! :P
ResponderEliminarEs que si la cámara nos quiere no hay nada que hacer!
ResponderEliminarSi claro, sobre todo a mí, no te digo...
ResponderEliminarJaja que ocurrirá en la próxima tupper battle amigos?
ResponderEliminarEstupendo trabajo, una chapucería lo del copia-pega de la foto, apoyo la opinión! xD
Me conformaré con entornar la vista para verlos desde el tupper xDD